Report | 20 de Junio de 2016

En Terreno Peligroso

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En 2015 más de tres personas a la semana murieron asesinadas por defender su tierra, sus bosques y sus ríos frente a industrias destructivas.  En el informe En terreno peligroso, se documentan 185 muertes que se sabe que acaecieron el año pasado por todo el mundo, una cifra que supone, con mucho, la cifra anual de víctimas mortales más alta jamás registrada, y que representa más del doble del número de periodistas asesinados el año pasado. 

Entre las victimas está la familia de Michelle Campos (imagen arriba). En setiembre 2015, su padre y abuelo fueron ejecutados públicamente por defender su tierra ancestral frente a la minería, en un ataque que empujó a 3.000 indígenas del pueblo lumad a abandonar sus hogares. Su región de Mindanao, rica en carbón, níquel y oro, es una de las más peligrosas del mundo para los activistas de la tierra y el medio ambiente, habiéndose registrado allí 25 muertes solo en 2015. 

Nos amenazan, vilipendian y asesinan por enfrentarnos a las empresas mineras que operan en nuestra tierra y a los paramilitares que las protegen», comentó . Mi padre, mi abuelo y mi maestro fueron solo tres de un número incontable de víctimas. Conocemos a los asesinos; campan a sus anchas por nuestra comunidad. Estamos muriendo y nuestro Gobierno no hace nada para ayudarnos. - Michelle Campos

En este informe preguntamos los motivos y exigimos medidas urgentes y significativas para acabar con la creciente oleada de violencia que este año resultó en el asesinato de la reconocida activista Hondureña Berta Cáceres.

Descárguese ahora nuestro informe detallado, En Terreno Peligroso (PDF).

El medio ambiente empieza a convertirse en un nuevo campo de batalla para los derechos humanos. Con la continua demanda de productos como minerales, madera y aceite de palma, gobiernos, empresas y bandas de delincuentes están apropiándose de tierra haciendo caso omiso de la gente que en ella vive.

En 2015 los países más mortíferos para los activistas de la tierra y el medio ambiente fueron Brasil, con 50 muertes, y Filipinas, con 33, que representan cifras nunca vistas en estos países, seguidos de Colombia (con 26 muertes), Perú (12), Nicaragua (12) y la República Democrática del Congo (11). Entre las principales causas de estos asesinatos se encontraban la minería (en 42 casos), la agroindustria (20), la tala (15) y los proyectos hidroeléctricos (15). 

Los datos demuestran que 67 de los defensores de la tierra y el medio ambiente asesinados el año pasado pertenecían a comunidades indígenas, lo que supone la cifra más alta de la historia.

Por cada asesinato que podemos documentar, hay otros que no pueden verificarse o que no se denuncian, al igual que, por cada vida que se pierde, muchas más quedan arruinadas por la violencia, las amenazas y la intimidación constantes.

Violencia sin precedentes en la Amazonia brasileña

Isidio Antonio - Brazil land defender

Isídio Antonio fue una de las últimas víctimas en la Amazonia brasileña, que sufrió niveles de violencia sin precedentes en 2015 con 50 homicidios. Isídio había padecido varios atentados y recibió amenazas de muerte por defender la tierra de su comunidad contra un grupo de poderosos terratenientes que querrían explotar madera valiosa.

Sus solicitudes a las autoridades para que les de protección fueron ignorados sistemáticamente y la policía nunca ha investigado su asesinato. Los locales dicen que es la cuarta víctima de la violencia en su pequeña comunidad de Vergel en el estado de Maranhão.

Por todo el mundo, la connivencia entre el Estado y los intereses corporativos protege a muchos de los responsables de los asesinatos. De entre los casos bien documentados, encontramos 16 relacionados con grupos paramilitares, 13 con el ejército, 11 con la policía y 11 con guardas de seguridad privados, lo que implica claramente que el Estado o las empresas están relacionados con los asesinatos. Además, había pocos indicios que demostraran que las autoridades investiguen exhaustivamente los delitos o adopten medidas para hacer que los autores respondan ante la justicia.

Es necesaria una intervención urgente

Proteger a los defensores de la tierra y el medio ambiente es vital, no solo por una cuestión de justicia y derechos humanos fundamentales, sino por nuestra supervivencia colectiva. Ellos son los guardianes de los recursos naturales de nuestro planeta en un contexto de cambio climático vertiginoso y una miríada de problemas ambientales que amenazan a la humanidad.

Global Witness exhorta a los gobiernos de los países afectados a:

  • Aumentar la protección de los activistas de la tierra y el medio ambiente que están en peligro de sufrir actos de violencia, intimidación o amenazas
  • Investigar los delitos, incluyendo a sus «cerebros» corporativos y políticos aparte de a los asesinos, y llevar a los autores ante la justicia 
  • Defender el derecho de los activistas a negarse a la realización de proyectos en su tierra y garantizar que las empresas pidan de forma proactiva el consentimiento de las comunidades
  • Solucionar las causas subyacentes de la violencia contra los defensores, reconociendo oficialmente los derechos de las comunidades sobre la tierra y combatiendo la corrupción y las actividades ilegales que afligen a los sectores de los recursos naturales

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